Festejando Cinco Años de la Moda Latina

Por: Caitlin Gath

Lawndale News Chicago's Bilingual Newspaper - Noticias LocalesSe necesita tener curvas. Se necesita ser alegre. Se necesita ser sexy. Pero más que todo, se necesita elevar la percepción de la comunidad latina. Se necesita enviar un mensaje a la ciudad de Chicago y al país, de que esta comunidad tiene mucho con lo que contribuir y va a quedar bien haciéndolo.

Ya en su quinto año, la Semana de la Moda Latina comenzó cuando Arabel Rosales y César Rolón decidieron que no había suficiente representación para los diseñadores de la moda latina en Chicago. “Fue sobre el concepto de ayudar a los diseñadores latinos a proyectar sus nombres más allá del nivel local, que crecieron a nivel internacional, lo que no solo incluye diseñadores de la moda, sino fotógrafos, estilistas y maquillistas”, dijo Rosales. “Más que nada ha sido una evolución”.

El evento ha crecido mucho, tanto que no solo los Arquitectos de Illinois ayudaron a diseñar el estrado y el show, Walgreens y American Airlines han firmado como patrocinadores y diseñadores, de tan lejos como Los Angeles y Nueva York piden tener a LFW en su ciudad.

“Tenemos suerte de que se haya establecido aquí en Chicago, pero no existe en ningún otro lado. Realmente se trata de reposicionar nuestra plataforma”, dijo Rolon. Un diseñador de Hollywood, ahora involucrado en LFW, creció soñando en convertirse en un diseñador de la moda. Pero nadie le dio la oportunidad porque solo era considerado como costurero, de acuerdo a Rolon.

“Ambicionan que hagamos en Los Angelos lo que hemos hecho aquí”, dijo. “Estamos tratando de descubrir el próximo Oscar o Carolina y que figuren en las principales carteleras”. La campaña tras LFW, sin embargo, trata mas que nada de tener un impacto positivo en la comunidad latina.

“Como latinos este es realmente nuestro momento…. Compartir todas las cosas maravillosas que hay en nuestra comunidad. Cuando vemos las cifras demográficas, entendemos claramente estas cifras y el impacto y el crecimiento de la comunidad latina”, dijo Rosales. “Si no puedes unirte a nosotros, tienes que negociar con nosotros”.

LFW no solo atrae mucha atención a Chicago, sino que trae con ello el desarrollo del comercio y atracciones turísticas y ayuda a los diseñadores locales a resonar con una población demográfica que parece saber que no existen límites. “Creemos que la belleza viene del interior y disfrutamos enviando ese mensaje a nuestra comunidad”, dijo Rosales. “La belleza viene de estar saludable y tener una autoestima positiva y después se agrega el componente de la moda y se crea una persona imparable”.

Y si hay algo que los latinos saben es apreciar la belleza, de acuerdo a Rolon y a Rosales. “Se nos enseñó a ver la belleza desde muy temprana edad. “Se nos perforan las orejas y aprendemos a vestir de cierta forma. Creo que es algo que nos encanta compartir”. Aún más importante para Rosales y Rolon, inclusive, es ver crecer la autoestima de una persona.

“Empezamos con nuestros jóvenoes porque los hemos visto crecer. Nos encanta ver a esos jovencitos participar con nosotros y con LFW”, dijo Rosales. “A algunos les encanta la moda y algunos desarrollan su ética en el trabajo. Su participación y crecimiento es asombroso, especialmente el desarrollo de su autoestima”.

Aunque Rolon y Rosales son las mentes maestras tras este creciente evento, reconocen que nada habría podido ser posible sin el apoyo de muchos. “El apoyo ha sido maravilloso. Queremos muchísimo a nuestro equipo… porque creo que mucha gente no se da cuenta del trabajo que esto lleva”, dijo Rosales. “Esto supone muchísimo trabajo. La verdad es que hay muchos días que ni siquiera tenemos tiempo de tomar el almuerzo.

“No tenemos el lujo que tienen otras semanas de la moda”, dijo Rolon. “Gracias a Dios para nuestros voluntarios. La gente piensa que LFW tiene un personal completo con tantos empleados y realmente no es así”. Aunque LFW tiene ahora su recompensa, hace cinco años no era el caso. Hace cinco años, escasamente podía convencer a los patrocinadores para que participaran.

“Nos acercamos a compañías que eran reconocidas en la comunidad hispana y ni así podíamos conseguir algo”, dijo Rolon. “Realmente fructificó el día del cierre, que estábamos preparados para recibir a 200 personas y terminamos teniendo tanta gente esperando que tuvimos que devolver algunos”. Para dentro de cinco años Rolon y Rosales dicen que tienen aún grandes planes y respeto el uno por el otro.

Confío en que Arabel me mantenga con los pies en el suelo. Tenemos grandes metas, por supuesto, y nos consideramos pioneros”, dijo Rolon. “Nos encantaría continuar para ampliar LFW y tener nuestro propio programa, nuestro propio estilo de Project Runway. Creo que tenemos mucha suerte”.

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