El Amor de una Madre

Por: Ashmar Mandou

Lawndale News Chicago's Bilingual Newspaper - Local NewsLa activista comunitaria Felipa Mena es símbolo de esperanza para muchos en su comunidad y una persona que inspira a otras madres de la ciudad.

“Disfruto trabajar con muchas madres en Chicago”, dijo Mena. “Trabajamos juntas para brindar mejores oportunidades a nuestros jóvenes”.

El 20 de mayo del 2009, la tragedia tocó su puerta cuando su hijo Angel, de 20 años de edad, resultó muerto en una violencia callejera. Ya siendo una organizadora comunitaria para ayudar a mejorar la vida de familias de bajos ingresos y mujeres que trabajaban con bajos salarios por años, la pérdida del hijo de Mena la motivó a erradicar la violencia de las armas asociándose con organizaciones locales, para crear soluciones positivas para los jóvenes rodeados de violencia.

“Tengo días cuando estoy muy triste y es difícil… es difícil cada 10 de mayo”, dijo Mena con los ojos llenos de lágrimas. “Pero no puedo estar enojada con la persona que asesinó a mi hijo, porque esa persona tal vez no tuvo el sistema de apoyo que necesitaba. No podemos renunciar a nuestros jóvenes; necesitamos estar con ellos, guiarlos para que tomen las decisiones correctas en la vida”.

La habilidad de Mena para cambiar su pena en una acción positiva fue lo que llamó la atención de Chicago Foundation for Women. El 21 de marzo, Mena fue una de cinco mujeres honradas con el Premio Impacto 2013 por su compromiso inquebrantable para terminar la violencia en la comunidad por medio de su trabajo con mujeres y jóvenes necesitadas. “Fue una sorpresa maravillosa”, sonrió Mena. “No lo esperaba, pero estaba sumamente feliz de estar en compañía de otras mujeres maravillosas y compartir mi historia”.

Mena trabaja actualmente con Community Organizing and Family Issues (COFI) y POWER-PAC donde ayudó a crear un “Centro de Paz” en la Secundaria Wells, donde Angel asistió. Por tres años, dos veces por semana, Mena trabaja con jovencitas en círculos de paz, ofreciendo un lugar seguro para hablar sobre lo que ocurre en sus vidas y aprender sobre la autoestima. “La primera vez que entré al Centro de Paz y hablé con estas estudiantes, se convirtieron en mis hijas, dijo Mena. “Sus problemas son mis problemas y quiero que sientan que nunca están solas”.

Su espíritu naturalmente dulce es lo que hace que Daisy Alvarez, hija de Mena, siga los pasos de su madre. “Veo todo el trabajo que hace en la comunidad y veo lo que pesa sobre la vida de las personas y eso me hace muy orgullosa”, dijo Alvarez. “Los ejemplos que mi madre me da me motivan a hacer más y más y la adoro”.

Además de su papel en la Secundaria Wells, MENA da tutoría a madres hispanoparlantes emigrantes, para que se conviertan en líderes. Durante el verano, Mena trabaja también como Embajadora de Head Start, viajando de puerta en puerta para ayudar a conectar a las familias inmigrantes de bajos ingresos con recursos para un aprendizaje temprano.

“Ayudar a los estudiantes y a las madres y trabajar para COFI, realmente me ha motivado para continuar haciendo más en mi comunidad. Necesitamos cambiar el ciclo de violencia”, dijo Mena. “Para las madres que han perdido un hijo debido a la violencia pandillera, se que es difícil siempre, pero nuestras voces necesitan ser escuchadas. Necesitamos trabajar juntas para lograr más cambios positivos para nuestra ciudad”.

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