Por: James N. Martin, Jr, MD
Presidente del Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos

No es de sorprender que el embarazo cauce muchos cambios al cuerpo de la mujer. Peso extra, cambio de equilibrio y fatiga pueden hacer que la mujer se sienta tentada a recostarse en el sofá. Pero mantenerse activa puede proporcionarle múltiples beneficios a ella y a su bebé, haciendo del embarazo un momento excelente para adoptar y mantenerse en un programa de ejercicios.

Durante el embarazo, el ejercicio puede reducir los dolores de espalda, el estreñimiento y la hinchazón; mejora el carácter y da energía; promueve el tono muscular, la fuerza y la tolerancia; y mejora la calidad del sueño. Puede reducir el riesgo de la diabetes gestacional. Las mujeres embarazadas que hacen ejercicio pueden tener también un parto más fácil y perder peso después del nacimiento con más facilidad.

Hable con su doctor antes de comenzar o continuar un programa de ejercicios, para estar segura de que no tiene ningún problema de salud que pueda limitar su actividad. La mujer con ciertas formas de enfermedades cardíacas o pulmonares, problemas cervicales, embarazos múltiples que causen riesgo de un parto prematuro, sangrado vaginal, partos prematuros, problemas de placenta y alta presión arterial causada por el embarazo (preclampsia) deben evitar el hacer ejercicio. Para la mayoría de mujeres embarazadas, sin embargo, se recomienda 30 minutos de ejercicios moderados en su mayoría, la mayoría si no todos los días de la semana.

Tenga en cuenta los cambios de su cuerpo cuando escoja su actividad. Las hormonas del embarazo pueden causar que los ligamentos que sujetan sus articulaciones se estiren y su equilibrio cambie al ganar peso en el frente de su cuerpo. Estos cambios pueden causar más lesiones, menos estabilidad y el peligro de caer. El peso extra supone también más trabajo para su corazón. Si a veces no puede hablar a niveles normales, usted debe estar trabajando mucho.

Ejercicios suaves como el caminar, el nadar, el ciclismo o aeróbicos en el agua o de bajo impacto son adecuados para todos los niveles. Sin embargo, debe evitar deportes o actividades que puedan lesionar su abdomen o que tenga alto riesto de contacto, como el hockey sobre hielo, el sóccer o el baloncesto. No haga actividades que tengan alto riesgo de caer, como esquiar, montar a caballo o deportes fuertes de raqueta. Deje de hacer ejercicio y llame a su doctor si experimenta mareos o desmayos, falta de respiración, un latido cardíaco disparejo o rápido, dolores en el pecho, dificultad para caminar, sangrado vaginal, dolor en las pantorrillas, dolor de cabeza, contracciones uterinas que continúan después de descansar, pérdida de líquidos de ls vagina o si disminuye el movimiento fetal.

Asegúrese de usar ropas cómodas y un brazier y zapatos de apoyo. Beba suficiente agua para evitar la deshidratación o el comer de más. Lo más importante, salga, muévase y diviértase. Para más información el Folleto de Educación al Paciente ACOG “Haga Ejercicio durante el Embarazo” lo puede obtener en www.acog.org/publicatioin/patient_education.