Chicago fue una de las 20 paradas de la gira Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, extensa coalición binacional viajando 6,000 millas por el país, el martes, cuando miles de manifestantes tomaron las calles del Edificio del Condado de Cook para hacer consciencia sobre el costo de la guerra de las drogas y la violencia en México y Estados Unidos. La caravana culminará el 12 de septiembre, en el Día Internacional de la Acción, en Washington, D.C.

La Caravana ofrece cinco soluciones para detener la violencia y sus ramificaciones en México y Estados Unidos: la exploración de alternativas a la prohibición de las drogas; un alto al contrabando de armas en la frontera con México; pasos concretos para combatir el lavado de dinero; la suspensión inmediata de asistencia de E.U. a las fuerzas armadas de México; y el fin a la criminalización de los inmigrantes.

La guerra de las drogas ha dejado más de 60,000 muertos en México en los últimos seis años, dando como resultado a más de 500,000 estadounidenses tras las rejas por cargos de droga. Los afroamericanos y latinos están bástamente sobrerepresentados entre los arrestados y encarcelados por cargos de drogas en Estados Unidos. La Caravana abre la posibilidad de iniciar un debate transnacioinal entre las partes interesadas que buscan un nuevo modelo de “seguridad humana’, cuyo principal criterio debería ser el bienestar de la gente, incluyendo la descriminnalización de la migración.