Por: Celia Martínez

Un mar de globos púrpura flotaban sobre las banquetas de las calles 18, Ashland y Cermak en el barrio de Pilsen, de Chicago, el sábado pasado en la tarde, cuando familias, miembros de la comunidad, personal y simpatizantes de Mujeres Latinas en Acción marchaban para concientizar al público sobre el problema de la violencia doméstica.

Mujeres Latinas en Acción ha llevado a cabo su marcha anual ‘Ni Una Víctima Más’ Contra la Violencia Doméstica cada mes de octubre, mes designado a la Conscientización de la Violencia Doméstica. Cada año luchan por eliminar la violencia doméstica reuniendo a activistas, sobrevivientes y comunidades, para llorar por quienes han muerto como resultado de la violencia doméstica, celebrar a quienes han sobrevivido, conectar a quienes luchan por terminar la violencia y ayudar a los sobrevivientes a romper el ciclo de abuso. “Al marchar juntos hoy sacamos a la violencia doméstica de las sombras y decimos que no está bien”, dijo María del Socorro Pesqueira, presidenta y CEO de Mujeres Latinas en Acción.

El evento comenzó en Harrison Park de Pilsen, Calle 18 y Damen, donde los participantes se reunieron en una ceremonia ritual de limpieza, ejecutada por danzantes culturales mexicanos. Los simpatizantes (compuestos por hombres, mujeres y niños) tomaron las calles de Pilsen llevando pancartas, carteles y globos púrpura cantando, “Ni una víctima más!”

El apoyo en la causa era evidente, no solo en quienes participaban en la marcha, sino en los transeúntes ocasionales que se detenían a leer los letreros, escuchaban o hacían sonar el claxon de sus autos.

La marcha terminó cuando la multitud llegó fuera de la oficina de Mujeres Latinas en Acción, 2124 W. 21st Pl. Una vez ahí, se pidió a los simpatizantes que soltaran los globos, simbolizando una vida perdida a causa de la violencia doméstica. Atado a cada globo había mensajes motivacionales e información para comunicarse con la organización, en espera de que los globos llegaran eventualmente a quienes más los necesitaban.

Cecilia Esparragoza, residente de Cicero y miembro de Mujeres Latinas en Acción, marchó y cantó con la multitud portando una pancarta. Esparragoza dijo que esta era su primera vez participando en la marcha y que se sentía honrada de ser parte de ella. “Me siento muy orgullosa de estar aquí”, dijo Esparragoza. “Hay mucha violencia… tantos niños que mueren en manos de sus propios padres. También hay hombres que son abusados y no hablan por temor o vergüenza, mucha gente piensa que eso les sucede solo a las mujeres”.

Esparragoza dijo que además del temor y la vergüenza, muchas víctimas no saben a quien recurrir y se quedan calladas. “Exhorto a todos a que hablen. Hay grupos que pueden ayudarles, Mujeres Latinas en Acción siempre ayuda”.

Para la sobreviviente de violencia doméstica, Francis Vélez, estas palabras son muy ciertas. Vélez, junto con otras cuantas personas compartió su historia con la multitud de simpatizantes al llegar a la oficina. Vélez dijo que su abuso llegó a un punto que ya no podía funcionar como madre, ni siquiera como persona. “Siempre oía a mi abusador decirme ‘nadie te va a creer’, ‘lo que pasa en casa, se queda en casa’, ‘tu tienes la culpa’. Yo creía que esto era normal”, dijo.

Vélez ahora se mantiene firme y anima a las víctimas de violencia doméstica a que hablen y busquen ayuda, “Cuando vine aquí por primera vez tenía miedo, pero gracias a Dios este grupo me ayudó a levantarme y me proporcionó los medios que necesitaba. Acostumbraba caminar con la cabeza baja porque la gente podía verme con un ojo morado… pero ahora levanto la cabeza con orgullo”, dice.