Manifestantes dicen a Emanuel, ‘Es hora de sanar Chicago’

Por: Ashmar Mandou

Un grupo de manifestantes llenó el quinto piso de la Alcaldía el mes pasado, para pedir más clínicas de salud mental en la ciudad.

Pacientes, asesores y simpatizantes tuvieron una conferencia de prensa fuera de la oficina del Alcalde Rahm Emanuel en abril, para criticar su decisión de cerrar seis de las 12 instalaciones públicas de salud mental, el año pasado, e implorar a su administración que reemplace tres terapistas que se retiran y provea más recursos para personas con problemas de salud mental.

“La gente necesita saber que no está sola, la gente de nuestras comunidades necesita un lugar seguro donde poder ir a atender sus problemas y recibir ayuda, no solo física, sino mentalmente”, dijo Wendell Smith, uno de los manifestantes. Con la violencia de Chicago en alto récord, residentes como Smith, creen necesario que Emanuel y su equipo cree más servicios de salud mental para atender el trauma, especialmente para las personas sin seguro de salud. Los manifestantes en la conferencia de prensa pidieron al Alcalde Emanuel que reemplaze a los terapistas que se retiran, reabra la seis clínicas de salud mental cerradas y se reúna con el Movimiento del Salud Mental para discutir un plan para “sanar Chicago”.

El 9 de abril del 2012, la Clínica de Salud Mental Northwest de Logan Square y la Clínica de Salud Mental Northtown/Gresham cerraron sus puertas. El 30 de abril, las Clínicas de Salud Mental Auburn/Gresham, Woodlawn, Beverly/Morgan Park y Back of the Yards cerraron sus puertas. Además del cierre de las seis clínicas, 40 por ciento del personal fue despedido. Las clínicas de la Ciudad de Chicago son el único lugar, además de la Cárcel del Condado de Cook, donde las personas sin seguro pueden recibir cuidado de salud mental económico. Además del cierre de la clínica de la ciudad, por lo menos dos clínicas no lucrativas – el Centro de Consejería de Lakeview y el Concilio Comunitario del Salud Mental – cerraron sus puertas el año pasado. El sector sur de la ciudad, en particular es un desierto en cuidado de salud mental.

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