Mujeres Latinas en Acción sostuvo una conferencia de prensa para presentar Latina Portrait: Latinas and Sexual Assault, lo último en una serie de reportes que vinculan los problemas urgentes a las experiencias de la mujer latina. Latina Portrait, escrito por Neusa Gaytán y Maralá Goode, se enfoca específicamente en las mujeres latinas supervivientes de asalto sexual, las barreras que enfrentan y los servicios apropiados, culturalmente necesarios, para el proceso de recuperación. Es importante que publiquemos este Latina Protrait durante el Mes de Conscientización del Asalto Sexual, para llamar la atención sobre las necesidades de las mujeres latinas supervivientes durante el proceso de recuperación”, Dijo María Socorro Pesqueira, presidente y CEO de Mujeres Latinas en Acción. “Debemos asegurarnos que estas mujeres reciben servicios que consideran sus valores y cultura, para ofrecerles el cuidado más adecuado posible”.

Maritza Reyes, directora del Programa de Asalto Sexual de Mujeres Latinas en Acción profundizó en los detalles del reporte, hablando sobre el abuso sexual infantil, el tráfico de humanos y el asalto sexual. Entre el 2008 y el 2012, el número de mujeres latinas que recibió servicios en ICASA centros afiliados, se elevó del 28 al 35 por ciento en el Condado de Cook, reflejando el crecimiento de la población latina. “Muchas mujeres latinas enfrentan barreras adicionales para reportar un asalto sexual y buscar ayuda, incluyendo el tratamiento discriminatorio de instituciones, la falta de personal que hable español y que esté entrenado en el área de violencia sexual y largos procesos legales que conducen a una baja prosecución de perpetradores”, dijo Maritza. Se deben aumentar las prácticas sensitivas a la cultura, para atender mejor las necesidades de la mujer latina inmigrante sobreviviente a un ataque sexual.

La conferencia terminó con Itzel Camacho, clienta de Mujeres y sobreviviente de asalto sexual, compartiendo su historia de mejoramiento al haber acudido a Mujeres. “Un día, decidí venir a Mujeres y hablar con álguien que me ayudara a luchar contra mis pesadillas, mis preocupaciones y mis heridas, que pensaba nunca podrían sanar. Comencé a reunirme con un consejero…. Pasaron semanas y semanas y ya no me sentía enojada, triste, disgustada y con miedo”. Itzel habló sobre su futuro y su solicitud de una U-visa, visa que da a las víctimas de ciertos crímenes temporales un estado legal y la capacidad de poder trabajar. La historia de Itzel es un ejemplo de la valentía de los sobrevivientes y la necesidad de servicios educados sobre las necesidades específicas de la mujer latina.