Por: Ashmar Mandou

El Alcalde Rahm Emanuel fue reelecto Alcalde de Chicago el martes, enfrentando un extenuante reto del Comisionado del Condado de Cook, Jesús “Chuy” García, quien tenía la esperanza de llegar a ser el primer alcalde latino de la ciudad. Con el 98 por ciento de los precintos contados, Emanuel ganó el 56 por ciento de los votos, en tanto García obtuvo el 44 por ciento, logrando el alcalde una estrecha ventaja. “He tenido la buena fortuna de servir a dos presidentes. He tenido la fortuna de ser elegido al Congreso. Ser el alcalde de la ciudad de Chicago es el empleo más grande que he ocupado y el mejor empleo del mundo”, dijo Emanuel. “A todos los votantes, quiero agradecerles por haberme elegido”, continuó Emanuel. “Por eso, seré un mejor alcalde”.

El candidato a la alcaldía, Jesús García, concedió la victoria a Emanuel, tras meses de campaña, la que llevó a García cerca de la victoria en las elecciones del 7 de abril. Hoy en día, se reunieron decenas de miles de personas de todas partes – gente del sector norte y el sector sur, el sector sudeste y el sector noroeste y el sector sudoeste – gente de todo color y credo, gente que habla cualquier lenguaje en la faz de la tierra”, dijo García “Gente – buena, gente trabajadora – se reunió hoy y habló con voz clara para decir que quieren ser escuchados. Uno quiere un gobierno que trabaje para uno. Uno quiere una ciudad que trabaje para todos y quiero decir todos – no solo para el centro de la ciudad o para los barrios, sino para todos. Tenemos algunos problemas muy grandes en Chicago y no importa quien sea el Alcalde, tenemos que trabajar juntos para resolverlos”.

` Tras la petición oficial de García a fines de octubre, obtuvo más de 63,000 votos para obtener un lugar en la boleta. Después de una fuerte pugna de voluntarios, la ciudad enfrentó una segunda ronda, no partisana, por la alcaldía. “En los últimos quince años, Chicago ha perdido más de 200,000 habitantes”, dijo García. “Uno no puede tener una ciudad floreciente a menos que la gente venga a vivir aquí, no que se vaya. Eso significa una creciente clase media, no una que disminuya – una ciudad menos violenta, con buenas escuelas y florecientes barrios. Una ciudad próspera y creciente no tiene una pila de cuentas que no puede pagar y una pila de gente olvidada a quien no puede cuidar.

“Hoy en día, decenas de miles de personas votaron por un Chicago donde todos tengan una voz y donde nuestros líderes escuchen – Un Chicago que la gente quiere que siga adelante, no que se huya de el – un Chicago que trabaje para uno, no solo para unos pocos”, dijo García. “Tal vez nos faltaron votos hoy, pero nos asegurarermos de que esas voces de la gente sean escuchadas. No dejaremos de luchar por la gente – ni hoy, ni mañana, ni nunca”.