Es un escenario comúnmente frustrante: Se duerme fácilmente al acostarse, pero se despierta a las 2 o 3 de la mañana. Solo después de media hora o más de estar mirando al techo, finalmente puede volverse a dormir. Este insomnio de media noche ocurre a todos de vez en cuando. Es una respuesta apropiada, normal, al estrés, dicen los doctores. Pero para un considerable número de personas esto puede convertirse en un desorden crónico. De hecho, este tipo de insomnio es el más común, más que el tener problemas para dormirse al ir a la cama.

Aproximadamente el 30 por ciento de estadounidenses adultos tienen síntomas de algún tipo de insomnio cada año, de acuerdo a estudios científicos. El insomnio crónico se define generalmente como tener dificultad para dormir por lo menos tres veces por semana a tres meses o más. Los problemas crónicos de no poder dormir al acostarse muchas veces son asociados con el estrés y la ansiedad, dice Michael Perlis, director del Programa de Medicina para el Comportamiento del Sueño en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania. Despertar muy temprano muchas veces está ligado a la depresión. Cualquier tipo de insomnio puede ser causado por un desorden del ritmo circadiano, donde existe un desajuste entre el reloj biológico de la persona y las horas normales de sueño.

El despertar a media noche puede ser causado por condiciones médicas como apnea del sueño, dolor crónico, o la enfermedad de reflujo gastroesofagal (GERD). Los adultos mayores son más propensos a despertarse en la noche. Los bochornos de la menopausia y algunas condiciones de la próstata pueden causar frecuentes ganas de orinar y tener que levantarse durante la noche. La mejor cosa que hacer para evitar que un caso ocasional de insomnio de media noche se convierta en un problema crónico parece simple: “Nada”, dice el Dr. Perlis. “No se quede dormido en cualquier parte. No haga siesta. No se acueste temprano al día siguiente y todo saldrá bien”.