Las temperaturas más elevadas, causadas por el cambio del clima, pueden estar interrumpiendo los patrones de sueño de los estadounidenses, de acuerdo a un nuevo estudio. Un aumento de temperatura de 1.8 grados Fahrenheit, causa tres noches de mal dormir para 100 personas al mes. En todo Estados Unidos, eso sube a nueve millones de noches de desvelo al mes y 110 millones de noches cada año. “Nuestro estudio representa la mayor investigación de la relación entre el sueño y la temperatura ambiente”, escriben los autores. “nos brinda la primera evidencia de que el cambio de clima puede interrumpir el sueño humano”. Los científicos han sabido, desde hace mucho tiempo, que una temperatura cómoda en el cuerpo es clave para una buena noche de sueño. Pero esta investigación es la primera en encontrar una correlación entre las noches más calientes de lo normal y un aumento en reportes de desvelo. Los hallazgos fueron publicados el 26 de mayo en Scientific Advances. Nick Obradovich, principal autor del estudio, quiso explorar la relación entre ellos después de una onda de calor récord que azotó la parte Sur de California en el 2015.

Para saber si hubo una conexión, Obradovich y tres otros investigadores recaudaron datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de 765,000 estadounidenses contactados entre el 2002 y el 2011. CDC condujo encuestas de salud pública al azar, en las cuales pedía a la gente y les preguntaba cosas como si usaban el cinturón de seguridad, con cuanta facilidad se quemaban con el sol y cuantas noches de mal sueño habían tenido en los últimos 30 días. Los investigadores tomaron entonces estos datos y los cotejaron con las estaciones de récords del tiempo para ver si los encuestados habían experimentado temperaturas fuera de los normal por la noche. Efectivamente fue así. Adicionalmente el estudiio encontró que las familias de bajos ingresos que no pueden costear aires acondicionados y los ancianos, cuyos cuerpos son más suceptibles al estrés del calor, resultaron más afectados. Un mal sueño ha sido vinculado a una cantidad de enfermedades que incluyen un sistema inmunológico más débil, disminución de las funciones cerebrales, obesidad, cáncer y enfermedades cardíacas.