Se anunciaron nuevos esfuerzos para prevenir la sobredispensación de opiáceos como parte de una contínua lucha contra la epidemia de los mismos. Se envió una carta a los mayores empleadores de la ciudad pidiéndoles que se unan a un esfuerzo que limitaría la venta de opiáceos para dolor agudo a siete días, en un esfuerzo por retringir la disponibilidad de recetas no utilizadas, en el mercado callejero ilegal. Durante el año pasado, la Ciudad ha trabajado para implementar una política para que los empleados de salud de la Ciudad limiten el número de días que un empleado de la Ciudad puede recibir opiáceos para un dolor agudo a siete días. Limitando el número de opiáceos a una receta de siete días se limitaría la fluencia de opiáceos a la calle y se contribuiría a terminar la epidémica adicción de opiáceos. Solo en Chicago hubo por lo menos 741 muertes debido a la sobredosis de opiáceos en el 2016, un aumento del 74 por ciento del año anterior. La venta de opiáceos con receta en E.U., subió cuatro veces entre 1999 y el 2010, aún cuando no hubo aumento en reportes de dolor. El límite de siete días sigue una guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Una provisión mayor puede aprobarse cuando se reúnan estrictas condiciones para su cobertura y debe ser confirmado por un médico, incluyendo el tratamiento para el dolor debido al cáncer o a una condición terminal, dolor controlado a través del hospicio o cuidado paliativo, dolor crónico, de moderado a severo, que requiera opiáceos o dolor agudo que requiera opiáceos por más de 10 días.