Por: Ashmar Mandou

Más de 40 concejales expresron su apoyo a un grupo especial, para que vigile las mejores prácticas para atender las necesidades de salud mental de los chicaguenses y que reabran por lo menos seis clínicas de salud mental de la ciudad que el Alcalde Rahm Emanuel cerró en el 2012, sería parte del plan. La Comisión sobre Salud y Protección Ambiental del Concilio de la Ciudad de Chicago unánimamente aprobó la propuesta durante la reunión del 16 de enero. La resolución fue presentada durante la junta del Concilio de la Ciudad del 12 de diciembre del 2018, por la Concejal Sophia King e intenta “hacer recomendaciones para mejorar la red de seguridad de salud mental de la ciudad”.

Desde diciembre, el grupo especial ha logrado un apoyo masivo de varios concejales, incluyendo al concejal Gilbert Villegas, al Concejal Raymond A. López, a la concejal Milagros “Milly” Santiago y a la concejal Silvana Tabares, por nombrar algunos. En el 2012, la ciudad cerró seis de sus 12 clínicas en el Sector Sur, una en el Sector Norte y una en el Sector Noroeste. La razón del cierre de las seis clínicas de salud mental fue la brusca disminución de fondos estatales. La negativa del exgobernador Bruce Rauner de firmar un presupuesto estatal del 2015-2017 dificultó más el apoyo a los servicios de salud mental, tanto públicos como privados. Los miembros del Departamento de Salud Pública de Chicago declararon que la reapertura de las clínicas era “innecesaria” y que los fondos de la ciudad deberían mejor gastarse en conectar a los residentes a recursos ya provistos por organizaciones de todo Chicago.

Un reporte de WBEZ en el 2015 encontró que en un año, el servicio 911 de Chicago recibió 22,000 llamadas que tenían un componente de salud mental – con la mayoría de llamadas de salud mental llegando de áreas que tienen menos servicios de salud mental. El reporte encontró también que más de una tercera parte de los proveedores privados de salud mental en la lista de referencia de la ciudad no tenían psiquiatras para pacientes externos o habían cerrado sus listas de espera. La resolución pidió al Concejal George Cárdenas, quien dirige el Comité de Salud y Protección Ambiental, que nombre un comité de ocho miembros que incluya dos concejales de los distritos donde fueron cerradas las clínicas de salud mental, dos miembros seleccionados por el Departamento de Salud Pública, dos miembros nombrados por la Federación Americana del Estado, Condado y Concilio 31 de Empleados Municipales (AFSCME Council 31) el sindicato de trabajo y dos miembros nombrados por la Junta de Salud Mental Comunitaria de Chicago.

El grupo especial contratará una firma de investigación de terceros para estudiar que áreas comunitarias de la ciudad son prioridad para reabrir clínicas de salud mental y localizar fondos para ampliar y mejorar los servicios en las instalaciones que ya están abiertas. Como parte del estudio, la firma necesitará llevar a cabo una reunión pública dentro de 45 días después que la resolución sea aprobada. Una vez que el estudio esté completo, el grupo especial hará recomendaciones al Comité de Salud y Protección Ambiental y al Comité sobre Presupuesto y Operaciones Gubernamentales.