La Asociación de Minoristas y Combustibles de Illinois, que representa las estaciones de gasolina y tiendas de conveniencia, expidieron la siguiente declaración sobre contínuos cierres de tiendas de conveniencia y estaciones de gasolina por la Ciudad de Chicago: el CEO Josh Sharp declaró, “Nuestro mensaje para los líderes de la Ciudad de Chicago es claro: El cierre arbitrario de nuestros miembros de pequeñas empresas no detendrá su terrible problema de violencia armada. Tienen que hacerlo mejor.

En una conferencia de prensa en la ciudad, la semana pasada, los propietarios de más de dos docenas de tiendas de conveniencia y estaciones de gasolina valientemente se presentaron a protestar recientes cierres por parte de la ciudad. Estos negocios fueron multados por violaciones menores en los edificios y algunos perdieron miles de dólares en sus negocios mientras luchaban por reabrirlos”.

“¿Quién gana con esto? Esto no es bueno para los empleados”, dijo Robert Raowsky, presidente CEO de Rmarts. “No hay un proceso debido. Si la ciudad nos diera una advertencia, podríamos arreglarlo. No estamos en contra de arreglar cosas. Pero sean justos con ello”.

Sharp agregó, “Esta semana estoy escuchando de más miembros a quienes cerraron arbitrariamente sus tiendas y tuvieron que hacer “esfuerzos sobrehumanos” para poderlas reabrir.

Este es un tiempo increíblemente difícil para que nuestros miembros hagan negocio enla ciudad. Además de las amenazas de violencia en sus barrios, enfrentan cada vez más un ambiente hostil para el comercio, con cuotas e impuestos más altos para ellos y sus clientes, mientras tratan de navegar con obstáculos siempre cambiantes de la pandemia del COVID-19. Cerrar las estaciones de gasolina no solo daña a nuestros miembros, sino que es un costoso error para la ciudad. En el 2020, Chicago disfrutó más de $100 millones en ingresos fiscales de Motor Fuel Tax Fund y Transportation Renewal Fund; eso es casi $275,000 cada día. Temblorosas pompas por toda la ciudad significa menos dólares de impuestos para la ciudad y más dolores de cabeza para los conductores de Chicago.

IFRA pide a la Ciudad de Chicago que termine estos cierres sin sentido y re-enfoque sus esfuerzos en asociarse con nuestros miembros y la comunidad entera para reducir la violencia que plaga nuestras calles. nuestros miembros no van a ser chivos expiatorios mientras los verdaderos problemas continúan causando estragos en nuestros vecindarios”.