Cambia tu Forma de Pensar. Estar más saludable no significa una nueva dieta. Significa un cambio de estilo de vida.

Enfócate en la nutrición comiendo una dieta variada de alimentos integrales y sin procesar y creando hábitos alimenticios realistas que puedas seguir a largo plazo, no solo a planes de comidas a corto plazo.

Escucha las señales de hambre de tu cuerpo comiendo de manera consciente en vez de hacerlo emocionalmente. Puede ser útil registrar lo que comes diariamente en un diario de alimentos.

Encuentra un ejercicio que disfrutes para romper el vínculo entre el estrés y una alimentación poco saludable. Trata los bolos, la jardinería, el vóleibol, el baloncesto, caminar o nadar – lo que sea que te levante del sofá y te haga moverte.

Un sueño de calidad es esencial para una salud mental óptima, tener energía para hacer ejercicio y controlar el deseo del azúcar. Siete horas es lo recomendado como mínimo para adultos de más de 18 años.

Establece metas personales para responsabilizarte y poder seguir tu progreso. Alcanzar esa meta semana tras semana tendrá efectos positivos en tu psique.

Crea un plan de acción para entender específicamente como lograr cada meta.

Ten paciencia y no renuncies. Un cambio de estilo de vida sostenible comienza con algo pequeño y crece gradualmente a medida que se formen hábitos con el tiempo.